¡BALLENA A LA VISTA!

"Mari-mari, Quimay Quipan"

"Hola, sean muy bienvenidos"

Hola gente, nosotros somos el grupo 4 y a continuación les contaremos las actividades que realizamos hoy. Nos levantamos muy temprano, 5,40 hs; desayunamos y partimos con destino a Península Valdés.

Para llegar tomamos las rutas provinciales 1 y 2. En el camino pudimos observar guanacos, flamencos, cabras y muchas ovejas, y en un momento divisamos el istmo Carlos Ameghino, el golfo San José y el Golfo Nuevo.

Durante el camino, nuestro guía fue Adolfo, "Fito", que nos acompañará hasta el domingo.

Nuestra primer parada en Península fue Puerto Pirámide para realizar el avistaje de la Ballena Franca Austral. Primero nos pusimos los salvavidas y caminamos por la playa hasta llegar al catamarán "Pinino 7" que estaba sobre la arena y un tractor lo remolcó hasta el mar...¡Uy! ¡Cuántas expectativas!

Mientras realizábamos el avistaje, nos iban explicando cosas del barco y contando muchas cosas de las ballenas. De pronto Gloria avisa: "_ ¡ballena a las 12! y una ballena saltó frente nuestro, como dándonos la bienvenida. Todos nos pusimos en alerta... suspenso... ¡y las ballenas comenzaron a asomarse! Veíamos el vapor cuando salían a respirar, sus enormes cuerpos deslizándose con gracia, lentamente, invitándonos a mirar...

El capitán del barco nos avisó que se acercaba una mamá con su ballenato, ¡qué espectáculo maravilloso! Es increíble cómo un animal tan grande puede jugar con tanta delicadeza y dulzura con su bebé. Las más tiernas imágenes que puedan imaginar: el bebé al costado de su mamá, inseparable, abrazándolo, o el bebé sobre su mamá, como si lo llevara upa...¡y cuántas colas (perdón, aletas caudal) nos mostraron, ¡qué tamaño impresionante tienen!

No importó el movimiento del mar, valió la pena ver este espectáculo sin desperdicios.

Luego regresamos a la costa y realizamos una caminata por un acantilado que tenía restos fósiles. La vista maravillosa hacia el horizonte, el mar, nos invitó a reflexionar...

Después fuimos a comer, y cuando terminamos salimos hacia Caleta Valdés para ver la única reserva natural en tierra firme de elefantes marinos. Para llegar tuvimos que transitar por rutas de ripio. Pudimos observar El Salitral y otras salinas, la fauna característica de la zona y algún que otro animal.

Cuando llegamos a la reserva, nos recomendaron seguir el sendero marcado, pero lo más importante: hacer silencio. Pudimos ver varios "machos alfa" reposando sobre la arena, parecían piedras, y estaban rodeados por algunas hembras con sus bebés.

Este lugar también nos ofreció un lindo espectáculo: por el agua, se asomaron dos machos explorando el territorio, buscando alguna hembra... pero ningún machos alfa dejó que se acerquen a su haren, parecía que, entre rugidos, les avisaban que no lo intenten.

Cerramos esta actividad en el Centro de Interpretación, donde nos informaron sobre la flora y fauna costera, marina y continental. Vimos un hermoso atardecer...

Cenamos, volvimos al hotel y ya nos vamos a bañar.

Un largo día, agotador, pero fantástico. Sin duda, quedará para siempre en nuestra memoria.

Le pasamos la posta al grupo 2...

Julia F, Julieta R., Alexis L., José M y Guido S.